Estas dudas nos conducen a otras que producen una especie de espasmo intelectual: ¿Qué es pensar? ¿Qué es ser consiente? ¿Qué es ser persona? Tales preguntas resultan extrañas, ya que no nos la hacemos todos los días y producen desconcierto porque no sabemos cómo abordarlas.
En algunos momentos de nuestra vida todos experimentados “inquietudes Filosóficas”.
Todo aquello que nos sorprende profundamente y en ocasiones nos preocupa, nos invita a investigar. Pero también es cierto que podemos ser sensibles ante las cosas sencillas, comunes u obvias. No tiene que ocurrirnos algo grave ni tenemos que asistir a un espectáculo asombroso para que se despierte nuestra admiración, para que surjan entre nosotros preguntas que nos dejen perplejos. Es evidente que somos seres curiosos y que en la actividad filosófica hay mucho de curiosidad. “Todos los seres humanos, por naturaleza, desean saber”, decía el Filósofo griego Aristóteles.
- Un modo adecuado de afrontar las inquietudes que nos asombran
- Una madera de enfrentar la perplejidad propia de los seres humanos
Imagen tomada de: http://edu.jccm.es/ies/garcilasodelavega/index.php?option=com_content&task=view&id=87&Itemid=110
¿Por qué es importante la Filosofía en la construcción del conocimiento, de cualquier ciencia o disciplina? Conteste esta pregunta en un párrafo de 10 renglones, en el vínculo comentarios de está entrada.